martes, 1 de abril de 2014

Historia de una cafetería

Érase una cafetería en mi barrio que atendía de forma regular pero sus cafés y pasteles eran insuperables, además de que el lugar era sencillo pero bonito.
Un buen día, el jefe de dicha cafetería echó a los camareros a la calle. No es que fueran extraordinarios en su trabajo, pero decididamente eran mejores que los nuevos que les sustituyeron.
Para colmo se redecoró el lugar... Si es que se puede llamar así a lo que hicieron.
Parece increíble cómo todo puede echarse por la borda en un par de días.
Una clienta nos recomendó otro lugar y cuando fuimos allí...
IMAGINAD NUESTRA SORPRESA AL ENCONTRARNOS EN LA NUEVA CAFETERÍA CON LA CLIENTELA DE LA VIEJA!!!
Unos habían ido porque les habían recomendado el nuevo sitio (como nosotros) y otros porque les habían hablado de los nefastos cambios en la primera cafetería.

Conclusión: las recomendaciones son IMPORTANTISÍMAS.

Es por eso que trato de dejarle mi manuscrito de EL ORO DE LA DIOSA a todas las personas que se cruzan en mi camino.

He decidido que mientras consigo que alguna editorial seria lo publique lo mejor no es guardarlo en un cajón,  sino moverlo.
Que cuantos más lo lean, mejor.

¿Quién sabe si alguien que aparezca en mi vida por un breve espacio de tiempo llegará a recomendarme?

miércoles, 26 de marzo de 2014

Confesiones frente a un café

En la novela Goldfinger,  Ian Fleming comenzaba hablando de Bond, James Bond, sentado frente a un filete reflexionando sobre su última misión.

Supongo que si el agente 007 hubiera sido escritor en lugar de espía habría tenido, como yo y como tantos otros,  sus propias reflexiones frente a una humeante taza de café. Pero claro,  James era británico y allí se lleva más el té.

Creo que el café es fundamental para un escritor, de hecho conozco pocos escritores y lectores que no se pirren por una lectura acompañada de una taza de café, té o cualquier otra cosa parecida.

A mí, desde luego,  el café me vuelve loco,  y frente a él acabo de tomar una decisión.
Cuando pasen los concursos literarios a los que he enviado mís obras pienso publicarlas en Amazon.
Si no gano los concursos,  claro...

lunes, 17 de marzo de 2014

Mi nuevo artículo para NHU-Lavapiés

Os dejo aquí el último artículo que he escrito para la sección histórica del periódico de Lavapiés.
Espero que os guste.


    A diferencia de otras grandes ciudades como Roma (cuya supuesta fundación está establecida el 21 de Marzo del año 753 antes de Jesucristo), nuestra querida Madrid posee un origen incierto. Si comenzó de forma discreta siendo apenas una fortificación musulmana al servicio del emir Mohamed I en el siglo VII después de Cristo, para mediados del siglo XVI el rey Felipe II decidiría establecer a la Villa y Corte como capital de nuestro país.
    Esto hizo que nuestra querida ciudad experimentase un significativo crecimiento de población. Diariamente acudían a Madrid gentes que procuraban alcanzar una vida mejor, mercaderes que deseaban vender sus productos o personas que acudían a resolver sus problemas burocráticos. Fue así como comenzaron a aparecer diversos albergues, hosterías y posadas que daban cobijo a todos aquellos viajantes que lo precisasen, sin embargo, no eran muchos los lugares que, además de cama, ofrecían comida, lo que propició la creación de los mesones para poder alimentar a toda la población que pernoctaba en posadas.
    Miguel Simón Paredes abrió entonces el mayor y más amplio de todos ellos estando ubicado cerca de la actual Plaza de Tirso de Molina (antaño Plaza del Progreso). A este mesón acudió gente ilustre, en parte por su ubicación en una de las subidas al burgo medieval y en parte por la calidez de sus vinos de Arganda, sus aguardientes de Chinchón y sus gallinejas (una comida muy demandada para aquel entonces). Tanto progresó el bueno de Miguel que su mesón llegó a dar nombre a una de las calles de nuestro barrio: la Calle del Mesón de Paredes, que al principio era conocida tan solo como Calle del Mesón, llegando hasta el cruce con Cabestreros.
    Era justamente ahí donde se encontraba el Monasterio de Santa Catalina de Siena, fundado en 1510 y que merece una mención aparte. En esta misma calle, en el número 2 nació en 1665 el arquitecto José de Churriguera que creó el estilo que lleva su nombre: churrigueresco, y que podemos apreciar en la fachada del Museo Municipal de Madrid  o en la de la mismísima Plaza Mayor de Salamanca.

    En el número 13 se levantó en 1830 la Taberna de Antonio Sánchez, especializada en tauromaquia (sus tres primeros dueños: Antonio Sánchez, Colita y Cara Ancha fueron toreros del siglo XIX) que hasta inspiró una novela: Historia de una taberna, de Antonio Díaz-Cañabate.
    El cronista de principios del siglo XX Pedro de Répide nos cuenta que en esta calle existió una pastelería cuya fama se extendía por no solo toda España, sino gran parte de Europa. Era ya famosa en los tiempos de Quevedo y los pasteles que allí se podían degustar no tenían nada que ver con los de ahora: eran empanadas y pasteles rellenos de carne al más puro estilo medievo.
    Numerosas agencias de amas de cría así como una fábrica de zambombas y panderos ubicada en un piso bajo era lo que podíamos encontrar a lo largo de esta calle durante la primera mitad del siglo pasado.
    Podemos añadir que en esta calle, hacia el final, se levantaba el Hospital de Nuestra Señora de La Inclusa, o solamente La Inclusa, que era donde se recogía a los expósitos. ¿Que qué es un “expósito”? Pues un bebé recién nacido y expuesto, es decir, abandonado. Este hospital, que a partir de 1790 fue refundado como la Casa de Maternidad (y cuya actual ubicación es en O´Donnell) tenía el principal objetivo de “evitar los abortos y otras perniciosas consecuencias que puede acarrear a la mujer el deseo de ocultar las faltas cometidas y el de proporcionar asilo a las menesterosas que se hallen en período de gestación”, como podemos leer en el documento original que guarda la Biblioteca de Madrid en su página web www.bibliotecavirtualmadrid.org
    Dicho hospital sufrió una serie de reformas en 1924 y para 1934 se decidió su traslado al lugar donde se encuentra hoy día, sin embargo, el comienzo de la Guerra Civil hizo que dichas obras se detuvieran sin llegar a finalizarse hasta 1956. En ese intervalo de tiempo, concretamente en 1943 (el día 23 de Septiembre, si queréis más exactitud) nace en dicho allí Julio Iglesias, ya sabéis, el que se olvidó de vivir por el amor de esa mujer.
    No puedo cerrar este artículo sin mencionar a las Escuelas Pías de San Fernando, que fue el primer colegio de Madrid fundado por la Orden de los Escolapios (1729) y que se encargaba de la educación de los niños pobres, pero ya os digo que es solo una mención y que este emblemático lugar en el que se levanta ahora la Biblioteca y Centro Asociado de la UNED merece un artículo en exclusiva que llegará dentro de poco.

    Y por supuesto es casi obligado dedicar unas líneas a uno de los edificios más simbólicos de nuestro barrio, una casa clásica que aún conserva su encanto y cuya visión evoca al pasado: La Corrala.

     Como veis, es muy difícil o casi imposible abarcar en profundidad todas las vivencias y desventuras que sucedió en esta maravillosa calle. Trataremos varios de sus sucesos y lugares más detalladamente en futuros artículos. Hasta entonces, tan solo podemos imaginar, la próxima vez que nuestros pies nos lleven a deambular por esta empinada cuesta, todos los sueños y esperanzas, temores, odios y amores que experimentaron  las gentes que anduvieron allí antes que nosotros.

sábado, 15 de marzo de 2014

Todo ocurre en Nueva York

Ya lo cantaba El Gran Combo de Puerto Rico:
Si te quieres divertir [...] tienes que vivir un verano en Nueva York.

Y es que todo ocurre siempre en la misma ciudad y ésta no es Roma, ni Berlín, ni París.
Es Nueva York.

Allí tienen su guarida secreta los superhéroes de Marvel Comics, gente como los X-Men o Spiderman.
Allí fue donde llevaron a King Kong para que trepase a los rascacielos.
Allí están Harlem, el Brox y otros barrios conocidos en todo el mundo.

¿Y por qué todo pasa allí?
¿Por qué los alienígenas que podrían llegar desde un planeta lejano elegirían esa ciudad para aterrizar y no otra?
¿Por qué allí la gente nace con superpoderes o los obtiene?

El secreto no está en su gran historia, o en sus gentes. Ni siquiera en la Estatua de la Libertad.

No.

El secreto, queridos amigos, reside en los escritores y en los directores de cine.
En todas esas personas que imaginan un mundo más espectacular del que tenemos.
Esas personas aman Nueva York y han convertido una ciudad cualquiera en la capital del mundo.

¿Y qué hay de tu ciudad? ¿O de la mía?
¿Te imaginas un relato como King Kong en Barcelona, con el gran simio escalando la Sagrada Familia?
¿O superhéroes en Madrid, sobrevolando la Gran Vía?

Tu ciudad puede ser un lugar increíble para contar una historia, así que no la desaproveches.
Nueva York puede ser asombrosa pero creo que nosotros, los escritores, tenemos la obligación de dotar a nuestras ciudades de la espectacularidad que merecen.

viernes, 17 de enero de 2014

Prólogo a los actos futuros

Me siento frente al ordenador con ganas de escribir todo aquello que tengo en mente. De fondo oigo un instrumento de cuatro cuerdas tocado por alguien a quien quiero mucho. Toca la melodía de la película El Último Mohicano. No lo hace nada mal, pero ella dice que aún tiene que mejorar. En la televisión dicen que la inyección letal se ha acabado en un determinado estado de los Unidos de América pero no añaden que podría haberse acabado antes.
Y entonces me doy cuenta de que no sé cómo empezar esta entrada.

El título lo tengo claro.
Es un prólogo a lo que voy a hacer.
He decidido personalizar más mi blog, subir a él relatos ineditos y, en definitiva, usarlo como un cuaderno en blanco para escribir todas aquellas obras que tal vez no acabe nunca o que no llegue a publicar.

¿Qué fue lo que pretendí en un principio? ¿Dar lecciones de cómo llegar a un publicar un libro? Ojalá nadie llegue a pensar eso, pero lo cierto es que quería narrar mis aventuras y desventuras como escritor novel en el camino hacia la edición. ¿Y qué ha ocurrido?

Que todo se puede resumir en unos cuantos pasos: escribir mucho, mandar propuestas a editoriales y agencias literarias, participar en concursos, ganar alguno, perder muchos, etc.

¿Y después?
Hace tiempo que no subo ninguna entrada porque, ¿qué más podría contar?
De modo que solo queda la re-invención, la renovación creativa.

Y así llegamos a este punto, a la entrada en la que explico por qué voy a colgar relatos y comienzos de obras en lugar de pasar directamente a ello, y es porque soy muy tiquismiqui y me gusta que quede todo bien claro.

Pero si bien hace un rato no sabía cómo comenzar esta entrada, ahora tampoco sé bien cómo acabarla...

lunes, 2 de septiembre de 2013

Vuelta a empezar

Quedan 7 días para que empiecen las clases para muchos chavales. Hoy, en el instituto que hace esquina con la calle Colegiata había un montón de adolescentes listos para empezar la tanda de exámenes de recuperación. No hace mucho yo era uno de ellos.
Después llegó el trabajo. Hoy, 2 de Septiembre, mucha gente también a vuelto al curro. Una vez yo tuve uno.
Lo cierto es que el verano está tocando a su fin, Agosto se ha esfumado y hasta comienza a refrescar un poco de madrugada.
Este, queridos lectores, es el verdadero principio del año. No nos engañemos creyendo que es en Enero porque se celebra con campanadas y con uvas.
Al menos en Madrid todo se detiene con el calor, las vacaciones y el verano y es en Septiembre cuando la ciudad se reinicia.
Así que es un buen momento para cargarse las pilas y llenarse de nuevos proyectos.

Para empezar voy a animarme a participar en el concurso de novela gráfica de la FNAC Sins-Entido, lo que aún no sé es si será con una historia nueva o tal vez adapte mi querida "El Oro de la Diosa".

Además, hoy comienza un concurso de caza-talentos de la compañía americana Top Cow. Quieren coger hasta 4 dibujantes y 4 guionistas. Así que toca cumplir con sus reglas: escribir un guión de 22 páginas que sea una historia cerrada (nada de "continuará") y traducirlo al inglés.
Eso sí. El guión debe ser sobre una de las series de Top Cow, nada de inventarse nuevas creaciones. Y yo creo que solo he leído 2 cómics de esta compañía en toda mi vida. Habrá que documentarse. ¡Y para ello tengo que leerme sus cómics!
Ojalá fuesen así todos los deberes del mundo.

Por otra parte, la andadura de mi web-editorial, Rock And Roll Comics, sigue su andadura con algún que otro bache. "Halcón Dorado" continúa publicándose, al igual que "Espadas y Escudos", y tal vez tengamos suerte y caiga un nuevo número de "The Most Amazing Tale", aunque lo mejor, sin duda, es el estreno de la nueva serie: "The Shell".

Y como os comenté en mi anterior entrega, estoy a un click de mandarles mi manuscrito de zombis a cierta editorial con línea Z.

¿Y vosotros? ¿Qué proyectos tenéis pensado para este año?

miércoles, 21 de agosto de 2013

Probando nuevos géneros

Hace tiempo que la línea Z llegó al mercado de los libros y lo ha hecho para quedarse. Numerosos libros de este género inundan las librerías y ahora hasta han desembarcado en la gran pantalla.
Para los que no lo saben aún, la Z es de ZOMBIES, es decir, los clásicos muertos vivientes que se levantan de sus tumbas y deambulan sin demasiada consciencia de ello, como movidos por una extraña inercia, tratando de satisfacer su hambre de carne...humana.
(Supongo que es un buen momento para preguntarme por qué los zombies, o zombis, no acostumbran a comer carne animal, algo así como hamburguesas o salchichas).

La guerra mundial Z, De Madrid al zielo, Apocalipsis Z, La isla del tesoro Z, Orgullo y Prejuicio y Zombis, y zientos (perdón, cientos) de títulos más.
La verdad es que aún no he leído ninguno y me pregunto por la diversidad de las obras. ¿No son todas muy parecidas? ¿No son todas la misma historia de un chico o una chica huyendo de una jauría de zombis salvajes que han acabado con la humanidad?
Lo cierto es que no me atraía demasiado el género, no he visto siquiera la tan famosa serie de televisión que hay sobre el tema.

Lo cierto es que nunca pensé en escribir sobre este tipo de libros, claro que tampoco lo creía sobre el género policíaco y no se me dio nada mal con El Oro de la Diosa, con la que quedé de los 10 finalistas en el pasado XVII Premio Fernando Lara.
Así que un buen día me levanto y llamo a la Editorial Dolmen interesándome por el tipo de libros que ellos publican, tratando de sacar alguno de los que ya tengo escritos. Imaginaos mi sorpresa cuando me dicen que solo publican los géneros "TERROR" y "Z".
Entonces me pongo a pensar en cómo sería escribir una novela de terror. Trato de esbozar algunos personajes, sus rasgos más característicos, sus personalidades y metas, el tema central del libro, y de pronto me veo a mí mismo preguntándome cómo sería escribir una novela Z.

¿De dónde saldrían los zombis en mi supuesta novela? ¿Podríamos echarle la culpa a los americanos? ¿Cómo se trataría la noticia en los medios de comunicación? ¿Cómo se difundiría por las redes sociales? ¿Cómo se organizaría la humanidad para tratar de contraatacar?
Interesantes preguntas que me llevan a acariciar sabrosas respuestas.
Y de pronto, esa idea comienza a cobrar más peso en mi mente y me veo tentado a salir a la calle en busca de algún libro Z que devorar.

Y si me inspira lo bastante tal vez hasta haga mi propia novela. No es el género que más domine o el que más me guste, pero hay que probarlo todo.
Ya os contaré qué tal y si queréis podéis recomendarme algún título en particular por el que sea bueno comenzar.